Visita a Urdaibai

Las salidas de campo complementan en muchas ocasiones lo trabajado en el aula y de no ser así, ofrecen conocimientos nuevos para adquirir. La naturaleza ofrece infinitas cosas para trabajar entre las que se encuentra la naturaleza, las plantas, los animales, el agua de los ríos, el ciclo del agua... Urdaibai es un sitio idóneo para trabajar todas estas cosas. 

Exactamente el lugar está situado pasando el Río Axpe en Busturia (Urdaibai) bajo el nombre de Artetxene. 

La primera parada nos ha permitido conocer la historia del lugar. La iglesia da pie a contar como está dividido Busturia, la historia, de qué está hecha la iglesia, el fin de esta antiguamente... Como de ahí vamos a dirigirnos a hablar y curiosear sobre plantas y árboles, el roble que se encuentra frente a la iglesia puede ser quien nos invite a comenzar en este mundo. 

Entre los diferentes árboles que pudimos ver se encuentran: 

Aliso

Encina

Castaño

Fresno

Laurel

Haya

Arce

Avellano

Tras conocer diferentes tipos de árboles y la fusión de muchos de ellos, nos adentramos en el monte para llegar al río. Una experiencia alucinante en la que cualquier niño disfrutará entre un paisaje natural precioso y haciendo la labor de verdaderos científicos. Tras conocer un poco lo que ocurría en el río hemos recogido y buscado vida en el río. Hemos buscado bichos, animales, plantas. Las hemos recogido con unas pinzas y analizado con unas lupas. Ha sido alucinante para nosotros, no quiero imaginar como puede ser esto para un niño. 




Es obvio que cualquier salida que se quiera o pretenda hacer el docente o el grupo de profesorado deberá  prepararla antes y que deberán tomar las necesarias medidas de seguridad. Sin embargo, las oportunidades de aprendizaje y experimentación que estas ofrecen para el aprendizaje del alumnado son una riqueza. 

¿Por qué hacer una salida escolar al Valle Salado de Añana?

Es alucinante el poder de la naturaleza, su majestuosidad y la cantidad de cosas que es capaz de hacer por sí sola. Uno de esos procesos sorprendentes podemos encontrarlo en el Valle Salado de Añana. Además, lejos de ser algo distante al alumnado, podemos ver algo cómo es el proceso de la sal, un objeto que el alumnado lo ve en su hogar en su día a día. Son diferentes las razones por las cuales considero positivo el realizar una salida al Valle Salado de Añana.

En primer lugar, y como ya he comentado, la sal es algo que el alumnado ve y encuentra en su día a día. Resulta lejano y complicado para ellos cuando se trabaja o se explica algo que no ven o no usan o no saben muy bien qué es. Sin embargo, es curioso comprender de dónde sale algo que en nuestra casa se usa cada día.

Por otro lado, considero muy positivo el conocer de primera mano el proceso de cómo se hace sal, es decir, en vez de hacerlo desde un museo o detrás de una valla, por un reocrrido paseas por todo el valle mientras se te explica cómo surgió el valle, quién trabaja, cómo es el proceso de la creación de la sal, de dónde viene el agua salada o la salmuera, qué es lo que hacen los salineros a lo largo del año… Te explican tal y como se hace hoy en día, paso por paso cómo se saca sal del Valle Salado de Añana y cómo se empaqueta y distribuye.

La manera de explicar es sencilla, más con el alumnado, pues tratan de dar explicaciones sencillas con palabras que conozcan y haciendo comparaciones con objetos de los que conocen su proceso o tienen a su alrededor.

Además del proceso de creación de la sal y producción de la sal, lo cual me parece impresionante, te enseñan las diferentes maneras de hacer sal, en grano, en lámina, líquida o en chuzo. Además, en su tienda tienen a su disposición para probar sales y comprar estas, con sabores o naturales pero todas originarias del Valle Salado de Añana, empaquetadas por las manos que ves a lo largo de la visita.


Es una visita al aire libre, en la que el alumnado toma conciencia de la grandeza de la naturaleza y de la importancia de cuidar y respetar esta, pues al fin y al cabo, de ahí de dónde sale la sal es de la propia naturaleza la cual se destruye con hábitos no responsables. Por esto, la salida a Añana, además de dar pie a la explicación de fenómenos naturales y creaciones de la naturaleza, da pie a trabajar también el reciclaje, las buenas acciones en la naturaleza, así como maneras de cuidar la naturaleza. Cuánto antes aprenda esto el alumnado más positivo será su resultado.

Cuatro textos para reflexionar






La educación científica y la enseñanza de las ciencias es uno de los ámbitos que constantemente está cambiando, pues ya no vale con enseñar desde una mesa a otra mesa, leyendo, subrayando y estudiando de memoria. Se busca crear alumnado que sea competente científicamente y para ello es necesario que el alumnado conozca la ciencia, trabaje con ella y la entienda. ¿Y cómo hacer que trabaje con ciencia? Haciendo alumnos científicos. Es necesario enseñar ciencia como parte de una cultura e historia y esto debe ser transmitido al alumnado, pues la ciencia puede emocionar, puede hacer que se mire el mundo con otros ojos y hace que se pueda representar aquello que imaginamos.

En los últimos años, los centros escolares más innovadores llevan a cabo proyectos de metodologías innovadoras como el ABP. Llevan a cabo proyectos en los que al alumnado se les presenta un problema, y el alumnado, lejos de quedarse sentado en su silla escuchando, se convierte en un agente activo motivado por la curiosidad, la intriga y la ansia de resolver el problema. Para ello, buscan información, llevan a cabo diferentes experimentos científicos (bajo la supervisión de un docente) y crean hipótesis buscando respuestas a sus propios interrogantes.

Y esto es uno de los aspectos que uno de los textos nos menciona. La educación científica del siglo XXI debe mirar hacia el futuro, debe crear alumnado competente y la mejor manera de hacer que un alumno sea competente con la ciencia es haciendo que este trabaje con y en ciencia.

Por otro lado, para esto, es necesario que el docente motive a su alumnado y la mejor motivación posible es fomentar la curiosidad; hacer que el alumnado se cuestione continuamente todo, se haga preguntas para llegar a respuestas que le aclaren sus dudas. Este es otro de los puntos clave para crear alumnado competente; crear alumnado curioso que tenga interrogantes que resolver, que se plantee el porqué de las cosas y que no se conforme con una simple explicación teórica, si no que lo lleve a la práctica. El ser humano desde pequeño tiene un instinto de curiosidad, sin embargo, a medida que crece se va perdiendo y es la función del docente hacer que esto no se pierda, promoviéndolo como parte necesaria de la educación. Un alumno curioso, que se hace preguntas, será un alumno que tengo motivación por aprender y saber y, por lo tanto, tendrá más facilidad para ser competente científicamente.


Claro ejemplo de lo comentado hasta ahora es el artículo científico de “Participar en las prácticas científicas” que plantea un proyecto en el que el alumnado es investigador y experimentador a través del aprendizaje basado en problemas. Con un utensilio del día a día como es la pasta de dientes. El alumnado tendrá que averiguar cuál es la pasta de dientes menos efectiva. Se le presenta en primer lugar la situación y después los posibles experimentos que puede realizar para comprobar esto. Así, lo importante del resultado del experimento no es tanto si dan con la solución correcta, sino que importa la actitud de estos ante la situación, así como el tipo de interrogantes que se plantean o las posibles soluciones que consensuan. Es un experimento positivo para llevar al aula, aunque en la etapa de Educación Primaria el docente deberá supervisar los pasos de los grupos para evaluar el proceso y comprobar que nada pueda pasar. Es conveniente, además, que los experimentos no se lleven a cabo en el aula, pues todo tiene su lugar correspondiente; al igual que gimnasia se hace en el gimnasio, ciencia se deberá hacer en el laboratorio.